martes, 2 de septiembre de 2008

Instituciones administrativas de la colonia y los grupos sociales

INDICE:

Introducción

Instituciones Españolas

Corona

Consejo de Indias

Casa de Contratación

Tribunal de la Inquisición

Instituciones Americanas

Cabildo

Real Audiencia

Real Hacienda

Virreinatos

Gobernaciones

Corregimientos

Conclusión

Bibliografía

INTRODUCCIÓN:

El trabajo presentado a continuación nos habla de las instituciones más importantes implementadas durante la época de la Colonia, las cuales tenían como objetivo común lograr imponer un orden, organizar políticamente y administrar las tierras del nuevo continente, tanto en España como en la misma América.

INSTITUCIONES ESPAÑOLAS:

La Corona Española:

Fue instituida en el reinado de los Reyes Católicos, bajo un cetro común, la cual terminó de estructurarse como tal en el reinado de Felipe II, uniendo los Reinos Europeos de Aragón, Castilla, Cataluña, Navarra, Valencia, etc. Con los Reinos Americanos de Nueva España, Nueva Granada, Nueva Extremadura, etc.

La corona, con el fin de proteger la libertad de acción tanto individual como colectiva de sus súbditos americanos, puso a disposición diversos medios para que pudieran hacerse oír por el rey y por sus representantes más cercanos (virreyes, gobernadores, etc.).

A la cabeza de esta institución se encontraba el rey, cuya principal función era atender el bien de su comunidad, desde la cual emanaba su poder, sin poder usarlo para su propio beneficio.

Manejaba al resto de los organismos menores, los cuales estaban a su cargo y todos dependían de la decisión del monarca.

Consejo de Indias:

Institución creada para el gobierno de cada uno de los reinos, por el rey Fernando de Aragón en el año 1511, pero fue reorganizada por el rey Carlos I en el año 1524.

Era el máximo organismo de Gobierno en América, y como tal asesoraba a la Corona en sus funciones administrativas, las cuales eran muy extensas: entre ellas abarcó asuntos de Iglesia, civiles, militares y de comercio.

Entre sus facultades estaba proponer a la corona el nombramiento de la gama administrativa del sistema colonial, mantener una vigilancia sobre los funcionarios, fiscalizar al resto de los organismos menores y sometía a un juicio de residencia a las autoridades, una vez que cesaban sus funciones, para evaluar su desempeño durante el cargo.

También tenia facultades económicas: tenia el control sobre las cuentas procedentes de América y resguardaba la llegada de los tributos e impuestos para la Corona, particularmente el Quinto Real y el Impuesto a la Minería.

Además poseía atribuciones eclesiásticas: en él residían los derechos del Real Patronato, el que normaba la participación del gobierno en los asuntos de la Iglesia. Proponía al rey el nombre de los sacerdotes que ocuparían cargos religiosos y estudiaba bulas y otros documentos para autorizar su vigencia en América.

Casa de Contratación:

Fue creada en la ciudad de Sevilla, por España en el año 1503.

Su función primordial consistía en diseñar la política de comercio entre España y América y controlar le monopolio comercial para evitar que otro país intercambiara productos con los dominios españoles.

Para poder realizarla utilizó varios recursos: establecía el tipo de mercancías que se debía enviar a América, cobraba los impuestos del comercio, disponía la organización de las flotas de barcos y controlaba el paso de los pasajeros de un lugar a otro.

Otra de sus funciones fue desarrollar los conocimientos náuticos y geográficos a través de una escuela especializada en esas materias.

Además la Casa de Contratación resolvía ciertos asuntos de causas civiles o criminales originadas dentro de los limites marinos de América.

Tribunal de la Inquisición:

Fue instituido en el año 1569 por el rey Felipe II y quedó a cargo de una orden eclesiástica: los dominicos y en América solo se aplico en México y Perú.

Su principal y única función era moderar las costumbres de la época, es decir, juzgar y procesar todo lo que estuviera fuera de las costumbres normales de la Colonia.

Quedaban bajo el control de los inquisidores todos aquellos que estuvieran en contra al modelo ideal: los herejes, invocadores del diablo, los judíos, adivinos y hechiceros o todo aquel que tuviera una posición diferente o contraria a la Iglesia. También cabían en esta categoría los infieles, bígamos y frailes corruptos o solicitantes.

Esta institución era completamente autónoma frente a las autoridades americanas.

INSTITUCIONES AMERICANAS:

Cabildo:

Su origen estuvo durante la época de la Reconquista, pero no tuvo tanta importancia en España como en América.

Organismo encargado de la administración de la ciudad y de representar y defender los intereses de los vecinos. El Cabildo estaba formado por 2 alcaldes, 6 regidores, 3 oficiales reales y el alguacil mayor.

Las sesiones del Cabildo podían ser: Ordinarias o Cabildo Cerrado, en las cuales solo participaban los miembros regulares y trataban asuntos administrativos corrientes como podían ser Extraordinaria o Cabildo Abierto para tratar asuntos de extrema importancia y ella participaba un gran numero de vecinos.

Sus atribuciones fueron sumamente variadas; funciones administrativas como la construcción de caminos, obras publicas dictación de ordenanzas, etc.; funciones economicas como la fijación de precios, regulación de la producción, control de profesionales, etc.; funciones judiciales, administrar justicia de primera instancia en lo civil y en lo criminal; funciones políticas, representaba al pueblo frente a las altas autoridades (gobernadores, virreyes, etc.)

Real Audiencia:

Fue el más alto tribunal de justicia en Chile, además de ser el máximo organismo político-administrativo de nuestro país. Eran tribunales reales, que estaban integrados por un numero variable de ministros y un fiscal, los cuales eran presididos por el virrey o gobernador.

Tenia además de atribuciones judiciales, funciones administrativas, políticas y otras. Dentro de la justicia, la real audiencia se encargaba de los juicios civiles y criminales, exceptuando los fueros eclesiásticos, militares o comerciales.

En sus funciones administrativas y políticas debía examinar ordenanzas, reglamentos y decretos del virrey o gobernador. En caso de que éste muriera, asumía el oidor más antiguo.

Entre sus otras atribuciones se encontraba la vigilancia del cumplimiento del Derecho de Patronato, el cobro y reparto del diezmo, protección de los indígenas, se encargaba de resolver pleitos sobre el goce de encomiendas y estaba autorizada para informar al rey sobre la conducta de las diversas autoridades en América.

Real Hacienda:

Este organismo se encontraba bajo la Casa de Contratación y el Consejo de Indias y su principal función fue recibir o percibir el dinero llegado a las arcas reales de las colonias y administrarlo adecuadamente.

Sus principales funcionarios eran los tesoreros, contadores y los revisores. Éstos dependían de la Real Audiencia y debían rendir fianza y presentar un inventario acerca de todas sus posesiones para así evitar un enriquecimiento indebido.

Esta política financiera estaba regulada por una Junta de Real Hacienda, la cual estaba formada por el gobernador, los oficiales reales, el fiscal de la Real Audiencia y un oidor de la misma.

Las cuentas de esta institución debían remitirse cada cierto tiempo a sus dos organismos superiores: Consejo de Indias y Casa de Contratación.

Virreinatos:

División territorial creada por Carlos I en 1542, la cual estaba a la cabeza del virrey, representante más directo del rey, más alto funcionario en América y tenia la facultad de resolver diversos asuntos como el propio monarca.

Tenia los títulos de gobernador y capitán general en su distrito y era el presidente de la Real Audiencia.

Sus atribuciones eran amplias: como gobernador administraba el virreinato, como capitán general dirigía el ejercito y la escuadra y presidía la Real Audiencia.

Le estaba encomendado desde España y de manera especial el velar por la protección de los indígenas.

Gobernaciones:

Estaban a cargo del gobernador el cual poseía las mismas atribuciones del virrey, aunque dependía de éste en ciertos aspectos.

Su periodo al mando de la gobernación duraba 3 años, pero si venía directamente desde España podía ejercer el cargo durante 5 años.

A pesar de que el gobernador estaba bajo el virrey, podía entenderse directamente con el monarca, si lo encontraba necesario.

El gobernador era también capitán general ya que dirigía a las fuerzas militares y era presidente de la Real Audiencia, la cual le servia de Consejo de Gobierno.

3 de agosto de 2008 19:00

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La sociedad colonial se estructuró en diversos grupos o estamentos ordenados jerárquicamente.

En el siglo XVI, los conquistadores a raíz de sus hazañas guerreras ocuparon el primer rango social. Sus objetivos principales eran la riqueza, el poder y la honra. Les seguían los primeros pobladores que habían fundado ciudades e iniciado la colonización. Luego se ubicaron los vecinos con casa y patrimonio en la ciudad y los moradores que se ganaban la vida como mineros, pequeños comerciantes, artesanos o granjeros. Por último, los tratantes, pulperos, buhoneros, vendedores ambulantes, etc. conformaron el pueblo urbano.

Esta primitiva sociedad hispana, de marcado carácter señorial, se constituyó en base al usufructo de la mano de obra indígena por medio de las encomiendas. Gracias a la institución de los mayorazgos el grupo social dominante conservó la mayor parte de su patrimonio por generaciones.

Más adelante el dinero se convirtió en el mejor y más eficaz vehículo de movilidad social. Con él se podían comprar la nobleza y el favor del rey, especialmente a lo largo del siglo XVII. Los funcionarios más importantes de la corona (virreyes, gobernadores, etc.), el alto clero, encomenderos y hacendados compartieron desde entonces este privilegiado estamento social.

Los hijos de los españoles nacidos en América -criollos- aumentaron paulatinamente en número y engrosaron al estamento social más alto. En el siglo XVIII comenzaron a autodenominarse americanos y disputaron fervientemente los principales cargos públicos a los peninsulares. Esta pugna fisuró la unidad y los intereses que habían cohesionado al grupo blanco en los siglos anteriores, sembrando la semilla de la emancipación de las colonias americanas.

Criollos y peninsulares nunca fueron muy numerosos. A mediados del siglo XVI había unos 150 mil de ellos en la América española, cifra que aumentó a los 660 mil promediando el siglo siguiente. Recién a comienzos del siglo XVIII la población blanca sobrepasó el millón de habitantes.

Pero no sólo el dinero determinó la estratificación social durante la época colonial. Desde los primeros momentos de la conquista el español se unió sexualmente a las mujeres aborígenes, surgiendo de esa manera el mestizo.

Paulatinamente el número de los mestizos aumentó, cosa que se reflejó en la aparición de una legislación discriminatoria contra ellos. Así por ejemplo, se les prohibió tener repartimientos y encomiendas o desempeñar oficios públicos y reales. "Excluidos de toda función social y del reparto de bienes -señala Manuel Lucena Salmoral- fueron prácticamente empujados a ser pequeños agricultores en un mundo donde la tierra estaba ya repartida entre blancos e indios, lo que les convertiría en un detonador social".

En las ciudades iberoamericanas convivieron los mestizos, negros e indígenas. Del cruce entre todos estos grupos nacieron las castas, uniones polirraciales de escasa incidencia blanca en las que el negro entraba como alguno de sus componentes. Para distinguir a los innumerables tipos étnicos que surgieron de estas uniones, en la época se empleó una nomenclatura muy pintoresca: mulato, zambo, morisco, albarazado, lobo, cambujo, tente-en-el-aire o no-te-entiendo son sólo algunas de las denominaciones que proliferaron en toda la América española.

Durante la colonia las castas se clasificaron teniendo en cuenta principalmente el color de la piel, en lo que Alejandro Lipschütz denominó acertadamente pigmentocracia. Es decir, se relacionó la condición social del individuo con el color de su piel; a mayor "blancura" se ostentaba una mejor ubicación en la sociedad indiana. Era muy difícil acceder a los privilegios, derechos o bienes de quienes tenían la ventaja de contar con una piel más clara, transformándose el prejuicio racial en prejuicio social.

Un antiguo dicho colonial sintetiza el desprecio que sufrieron las castas por parte de los grupos más pudientes y "blancos": "Ya en época muy tardía que Dios hizo el café e hizo la leche, pero no el café con leche".

El nativo americano legalmente fue considerado superior a las castas. Podía disfrutar de sus propios bienes, cultivar sus tierras, criar ganados y comerciar sin las restricciones impuestas a mestizos, mulatos o negros. En efecto, la nobleza aborigen se relacionó con los grupos dirigentes hispanos y pudo conservar ciertos privilegios. Así por ejemplo, estaban exentos del pago de tributos y sus hijos fueron educados en colegios especiales vinculados a las órdenes religiosas.

La masa indígena constituyó la base de la pirámide social por ser la principal fuerza de trabajo en la minería, agricultura, obras públicas y en las industrias rurales o urbanas. Las leyes -que consideraban a los indígenas como menores de edad- regulaban sus actividades y los protegían. No obstante, en la vida real su subsistencia fue muy precaria y su condición social estuvo muy cerca a la de los grupos que legalmente eran inferiores.

El último lugar en la estratificación social americana lo ocuparon los esclavos provenientes de África. De acuerdo con Philip Curtin, los negros que arribaron a la América española durante la colonia superaron el millón de individuos.

Los africanos estuvieron sujetos a muchas limitaciones entre las cuales se cuentan la prohibición de portar armas, andar de noche por ciudades y villas, montar a caballo o tener indígenas a su servicio. Sin embargo, la situación laboral del negro no era tan mala como su condición jurídica. Debido a su mayor resistencia física y al tipo de trabajos que desempeñaron los esclavos negros lograron muchas veces una posición social superior a la del indígena.

El esclavo, especialmente en el siglo XVIII, pudo acceder a la libertad mediante la manumisión. Esta o le era concedida voluntariamente por sus dueños o la adquiría mediante la compra de su libertad a precio de mercado.

Un gran problema para las autoridades peninsulares fueron los negros cimarrones o esclavos fugitivos que huían de sus amos y se agrupaban en bandas. Algunos formaban parcialidades o palenques con una organización según formas políticas de origen africano y desde ahí se dedicaban a saquear haciendas, poblados indígenas y caminos para sustentarse.

3 de agosto de 2008 19:10

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(Ballenary, actual Irlanda, 1720 - Lima, 1801) Militar y político español de origen irlandés que fue gobernador de Chile y virrey del Perú, considerado el más ilustre de los gobernadores de Chile durante la Colonia.

Poco se sabe de su vida anterior a la llegada a Chile. Tuvo una excelente formación académica pues, además de ser un gran matemático, tenía conocimientos de arquitectura y dominaba varios idiomas, incluyendo el griego clásico. Emigró a España en 1751, aprovechando las facilidades que concedía la corona española a los habitantes católicos de Irlanda.

En 1756 se embarcó hacia Buenos Aires en representación de una importante casa comercial de Cádiz. Viajó luego a Chile, donde tomó contacto con comerciantes de Valparaíso y Santiago, para regresar a España a obtener las autorizaciones legales para su establecimiento en América. Logró también su nombramiento como ingeniero delineador, que ejerció al llegar a Chile en 1763. Debió atender las fortificaciones de Valdivia, e ideó y construyó refugios en el camino de Uspallata, para mejorar el tráfico con Argentina, y otras obras de carácter militar.

Poco a poco fue dejando sus actividades comerciales para concentrarse en la carrera administrativa y militar, que se avenía más a sus gustos. Después de un viaje a Buenos Aires y a España para finiquitar sus empresas, se estableció en Concepción (1766). De esa época es el estudio Informe sobre el Reino de Chile, que presentó a las autoridades coloniales y que trataba la temática de la personalidad y mentalidad de los mapuches y huilliches.

En 1769 fue nombrado capitán de Dragones y, como tal, debió dirigir en enero de 1770 la defensa del fuerte Antuco, asediado por importantes fuerzas indígenas. Gracias al apoyo del ex gobernador Manuel Amat y Junyent, entonces virrey del Perú, el rey hispano lo nombró comandante de caballería. Fue así ascendiendo en la escala militar hasta llegar a brigadier, tanto por sus méritos como por sus insistentes peticiones de reconocimiento. En 1786 fue nombrado gobernador interino de Concepción y dos años después gobernador del Reino de Chile.

Gobernador de Chile

Los primeros meses de su administración transcurrieron en la recopilación de datos sobre el estado de las finanzas públicas de la recolección de impuestos, de la producción agrícola y minera y del comercio interno y externo. Hombre extremadamente metódico, realizó un listado de necesidades de obras públicas. Con toda esta información estableció un plan de trabajo para ser realizado en diez años, plazo que se había propuesto ejercer el cargo.

Paralelamente se dedicó a poner al día la administración del gobierno y a implantar con mano de hierro el cumplimiento de las normas y reglamentos, con exigencias de honradez y eficiencia absolutas. Viajó al norte del país donde fundó Santa Rosa de los Andes, Illapel, Combarbalá y Vallenar, y dio facilidades a los productores de esas zonas para mejorar la comercialización y exportación de sus productos. Luego se dirigió al sur, donde fundó Constitución, Linares y Parral. En enero de 1796 pudo repoblar Osorno, gracias a la paz lograda con los mapuches en el parlamento de Negrete, el 4 de marzo de 1793.

Ambrosio O'Higgins

(Ballenary, actual Irlanda, 1720 - Lima, 1801) Militar y político español de origen irlandés que fue gobernador de Chile y virrey del Perú, considerado el más ilustre de los gobernadores de Chile durante la Colonia.

Poco se sabe de su vida anterior a la llegada a Chile. Tuvo una excelente formación académica pues, además de ser un gran matemático, tenía conocimientos de arquitectura y dominaba varios idiomas, incluyendo el griego clásico. Emigró a España en 1751, aprovechando las facilidades que concedía la corona española a los habitantes católicos de Irlanda.

En 1756 se embarcó hacia Buenos Aires en representación de una importante casa comercial de Cádiz. Viajó luego a Chile, donde tomó contacto con comerciantes de Valparaíso y Santiago, para regresar a España a obtener las autorizaciones legales para su establecimiento en América. Logró también su nombramiento como ingeniero delineador, que ejerció al llegar a Chile en 1763. Debió atender las fortificaciones de Valdivia, e ideó y construyó refugios en el camino de Uspallata, para mejorar el tráfico con Argentina, y otras obras de carácter militar.

Poco a poco fue dejando sus actividades comerciales para concentrarse en la carrera administrativa y militar, que se avenía más a sus gustos. Después de un viaje a Buenos Aires y a España para finiquitar sus empresas, se estableció en Concepción (1766). De esa época es el estudio Informe sobre el Reino de Chile, que presentó a las autoridades coloniales y que trataba la temática de la personalidad y mentalidad de los mapuches y huilliches.

En 1769 fue nombrado capitán de Dragones y, como tal, debió dirigir en enero de 1770 la defensa del fuerte Antuco, asediado por importantes fuerzas indígenas. Gracias al apoyo del ex gobernador Manuel Amat y Junyent, entonces virrey del Perú, el rey hispano lo nombró comandante de caballería. Fue así ascendiendo en la escala militar hasta llegar a brigadier, tanto por sus méritos como por sus insistentes peticiones de reconocimiento. En 1786 fue nombrado gobernador interino de Concepción y dos años después gobernador del Reino de Chile.

Gobernador de Chile

Los primeros meses de su administración transcurrieron en la recopilación de datos sobre el estado de las finanzas públicas de la recolección de impuestos, de la producción agrícola y minera y del comercio interno y externo. Hombre extremadamente metódico, realizó un listado de necesidades de obras públicas. Con toda esta información estableció un plan de trabajo para ser realizado en diez años, plazo que se había propuesto ejercer el cargo.

Paralelamente se dedicó a poner al día la administración del gobierno y a implantar con mano de hierro el cumplimiento de las normas y reglamentos, con exigencias de honradez y eficiencia absolutas. Viajó al norte del país donde fundó Santa Rosa de los Andes, Illapel, Combarbalá y Vallenar, y dio facilidades a los productores de esas zonas para mejorar la comercialización y exportación de sus productos. Luego se dirigió al sur, donde fundó Constitución, Linares y Parral. En enero de 1796 pudo repoblar Osorno, gracias a la paz lograda con los mapuches en el parlamento de Negrete, el 4 de marzo de 1793.

Mientras tanto proseguían los trabajos públicos, como el nuevo trazado del camino de Santiago a Valparaíso, que se financió mediante el cobro de peaje a los usuarios de carga. En Santiago, la construcción de los tajamares del Mapocho alcanzó a 27 cuadras y bajo la dirección de Joaquín Toesca se terminó el edificio de la Casa de Moneda. En una de sus últimas actividades como gobernador de Chile consiguió la creación del Tribunal del Consulado, que hasta entonces sólo existía en México y Lima. Con ello se logró acelerar la tramitación de los juicios comerciales.

Fue promovido a virrey del Perú el 16 de septiembre de 1795, pero permaneció en Chile ordenando los asuntos del gobierno hasta mayo del año siguiente. Aunque Carlos IV le había conferido el título de marqués de Osorno, la sociedad limeña lo recibió fríamente, por no ser peninsular y no contar sus ancestros con títulos nobiliarios. Para superar esta situación, contrató los servicios de la Oficina de Armas de Irlanda, que confirmó los antecedentes nobles que lo emparentaban con la casa de ONeil.

A pesar de sus 76 años, imprimió a las actividades de su gobierno un fuerte impulso, especialmente en obras edilicias, y se destacó por su tenaz empeño en mejorar la administración del virreinato, el comercio y la industria. La aristocracia limeña continuaba desafecta al virrey y lo acusó de financiar los estudios en Inglaterra de su hijo Bernardo, nacido de la relación que tuvo con la joven chillaneja Isabel Riquelme y que era reconocido por sus vinculaciones antimonárquicas.

Fiel a sus principios políticos, Ambrosio decidió suprimir la asignación económica que enviaba a su hijo, pensando (equivocadamente) que con ello acallaría a la oposición. Aunque fue destituido, pudo permanecer en el cargo gracias a las buenas relaciones que siempre mantuvo con los altos funcionarios de la metrópoli, hasta que el 30 de enero de 1801 un derrame cerebral lo llevó a la muerte, a los 81 años. En su testamento dejó gran parte de sus bienes a sus sobrinos Carlos y Thomas O´Higgins, a quienes había traído al Perú; a Bernardo, aunque nunca lo reconoció como su hijo, le dejó propiedades en Chile.

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